jueves, 16 de octubre de 2014

Capítulo 1: Sobre como termine aquí.

-Querida, ¿recuerdas cuando me decías qué tu madre no te quería? ¿Qué te trataba como si fueras cualquier cosa menos su hija?
-¿Cómo olvidarlo papá? Mamá sigue tratándome así.
-Bueno, eso es porque no eres su hija.
-¡Ja!, que gracioso papá, ¿sabes que solo bromeaba, cierto?
-Hija escúchame, esto es importante.
-Bien papá, te escucho.
-¿Recuerdas que cuando eras chica en vez de cuentos, como los que le cuentan a cualquier niño, te contaba mitos griegos?
-Sí, y aún ahora me los cuentas, lo cual, por cierto, es muy raro.
-Sí, pues cariño todo eso es real.
-Claro papá, no quiero evitar hablar contigo pero…
-¡Lidia, ponme atención esto es importante! Ellos te buscan.
-¿Ellos, ellos quienes?
-No puedo decirte Lid, solo te diré que debes irte.
-Papá ¿esto es una broma o algo así? Porque si esta es otra de tus bromas…
-No jugaría sobre esto Lid y sobre todo, no te pediría que te fueras si no fuera totalmente necesario.
-Pero papá…
-Escúchame, te diré donde debes ir…
***
Así que ahora corro tan rápido como puedo, ahora se quienes son ellos.
Papá dijo que no debía decir el nombre de ellos.
Detrás de mi puedo escuchar los bufidos y gemidos de lo que sea que me este persiguiendo, así que sigo corriendo aún más rápido, si es que eso es posible.
 Mi único pensamiento es “Casi llego, puedo ver el gran árbol que papá dijo”
Justo cuando subo la colina, decido voltear hacia atrás y veo que es el Minotauro, es realmente grande, decido que no debo desconcentrarme, así corro y corro.
Casi llego, es lo único que pienso, me faltan unos 15 metros…
Justo cuando llego al límite, me tiro al suelo y pienso: ahora estoy a salvo.
***
Abro los ojos y veo a un chico de cabello negro acercarse corriendo.
Vuelvo a cerrar los ojos.
-¿Al menos estas viva?-  susurra, a nadie en particular.
Comienza a tomarme el pulso radial, pero inmediatamente me doy cuenta de que lo hace mal.
Abro los ojos y entonces le digo:
-De hecho, el pulso no se debe tomar con el dedo pulgar.
Parece sorprendido de que hable, pero solo dice:
-Bueno, entonces ¿podrías iluminarme y decirme porque?
-Pues porque éste tiene pulso propio, y esto puede interferir con la detección del pulso.
-Bueno, ya que no es necesario que te tome el pulso, ya que se que estas viva, dime ¿Cuál es tu nombre?
-¿Cuál es el tuyo?
-Bien, mi nombre es Dylan, hijo de Poseidón y  tú eres…
-Lidia, hija de Atenea.
-Bien Lidia, hija de Atenea, bienvenida al Campamento Mestizo.

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